• Renta fija: valor, aunque el reciente rally haya recortado la rentabilidad a futuro. Duraciones intermedias siguen siendo preferibles. Atentos a la mayor volatilidad de la renta fija en comparación con la de la renta variable, en mínimos.
  • Renta variable, tras siete semanas ininterrumpidas de subida de los activos, la racha más larga desde 2017 y en puertas de máximos históricos en algunos índices, se impone cierta prudencia de corto plazo. Volatilidades en mínimos y niveles de sobrecompra en algunos mercados invitan a pensar que podría estar cotizándose un escenario “de perfección”. Comparando
    mercados, la bolsa europea resulta atractiva por valoración frente a la americana, con el IBEX nuevamente
    destacando por potencial de revalorización. Tendríamos posiciones neutrales en relación con Japón y una visión más
    positiva para India y Vietnam. Dentro de Latinoamérica, apreciamos más potencial en la bolsa mejicana frente a la brasileña. Además, encontramos segmentos interesantes como las empresas de mediana capitalización, con valoraciones que distan de estar caras.
  • Divisas: visión a largo favorable para el dólar (rango 0,9-1,1), junto a un rango para la gestión del corto plazo del 1,05-1,15. Cruce marcado por datos, bancos centrales y riesgo. Y si de datos hablamos, los más recientes siguen apoyando la
    resistencia macro americana frente a un sentimiento instalado en lecturas recesivas en Europa. Niveles actuales, próximos al 1,10, parecen interesantes para la construcción de posiciones en el largo plazo, siendo conscientes de que la mejora del momentum relativo para Europa puede hacer que el euro siga escalando algo más de corto plazo.