La perspectiva de que la Reserva Federal cambie de marcha en 2024 recortando los tipos de interés sigue teniendo un pequeño efecto en el mercado bursátil. En Wall Street, el índice S&P 500 terminó el martes a menos de un 1% de su máximo histórico establecido hace casi dos años, el Dow Jones marcó un nuevo récord de cierre y el Nasdaq Composite terminó por encima de los 15.000 puntos por primera vez desde enero de 2022. El avance de Wall Street debería apoyar a los mercados europeos en la apertura.

El presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, declaró que no había necesidad urgente de recortar los tipos de interés, pero esto no fue suficiente para cambiar las expectativas del mercado, sobre todo porque su colega de Richmond, Thomas Barkin, sugirió que la Reserva Federal suavizaría su política si continuaban los recientes avances en materia de inflación, lo que parece bastante lógico a todas luces. Los operadores esperan sobre todo saber cuándo se producirá el giro de la Fed. El mercado se inclina mayoritariamente por la reunión de marzo.

«No es de extrañar que los inversores ignoren los comentarios de los halcones y acojan con entusiasmo los de los pesimistas. Sin embargo, no hay una explicación racional para esta reacción asimétrica del mercado, dado que las últimas estadísticas estadounidenses apuntan a una fortaleza continuada, lo que, en teoría, debería apoyar a los halcones de la Fed», comenta Ipek Ozkardeskaya, de Swissquote.