Entramos de lleno en los días festivos de la Semana Santa y se imponen recomendaciones de ocio. Hoy les proponemos un libro que acaba de publicarse y que, a pesar de tratar de una materia con tintes económicos y políticos, los lobbies, no es un estudio pesado y de difícil digestión, sino un libro ágil y ameno que nos cuenta, en un tono fácil, qué son los lobbies y cómo su labor se filtra en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
¿Cómo se realiza la actividad de lobby?¿quién la hace en nuestro país?¿son grupos corruptos que sobornan a los políticos para que hagan lo que ellos quieren? Nada más lejos de la imagen que en ‘¡Que vienen los lobbies!’ (Editorial Destino/Grupo Planeta) nos muestra su autor, Juan Francés.
La actividad de los lobbies era, en décadas pasadas, tema de película; una actividad oscura más cercana al tráfico de influencias y a la defensa de intereses ocultos. Hoy en día es una actividad más dentro del sistema político y económico. En muchos países, como es el caso de Estados Unidos, es una práctica regulada por ley y muy valorada, por cierto, en muchos ámbitos profesionales. Allí los lobbistas se han sacudido los complejos y han logrado que se elimine, en gran medida, ese matiz peyorativo de oscurantismo, de defensa de intereses particulares, con comisiones de por medio, y engañando al ciudadano.
En España estamos lejos de conseguir eso, pero los lobbies van cobrando cada vez un perfil más profesional, aunque aún les queda camino por recorrer, en gran medida porque su actividad no está regulada y permanece, por tanto, en zona de sombras, lo que no beneficia a su trabajo. El presidente del Gobierno ha anunciado una regulación sobre los lobbies que muchos ven con escepticismo y anticipan, aún sin que haya visto la luz, que se quedará corta. Con los lobbies de máxima actualidad, el periodista Juan Francés publica estos días en nuestro país un libro sobre estos grupos de influencia. En su libro, ‘¡Que vienen los lobbies!’ Francés relata, desde su experiencia en el ministerio de Economía, cómo actúan estos grupos cerca del poder, y defiende que desarrollan una actividad legítima, imprescindible en todo sistema democrático.
Hemos charlado con el autor para ponernos en antecedentes:
. ¿El lobby que se hace en España es una actividad legítima o es puro tráfico de influencias?
Todavía quedan resabios de la actividad más chapucera que tradicionalmente se ha realizado en este país, donde lo que primaba era conocer a fulanito de tal, pero por fortuna va quedando relegado frente al lobby profesional importado del mundo anglosajón, que consiste únicamente en exponer de forma legítima una posición, y tratar de influir al poder de turno siempre desde la legalidad.
. ¿Qué le llevó a escribir su libro?
El absoluto desconocimiento de la mayoría de ciudadanos sobre esta realidad. El lobby no es malo en sí mismo, lo que es nociva es la falta de transparencia con se practica en nuestro país. Un proceso reglado, con luz y taquígrafos, no solo mejoraría la imagen de este colectivo ante la población, sino que serviría para acortar la distancia que actualmente separa a los ciudadanos de la clase política.
. ¿Cómo funcionan los lobbies en el sector financiero y cuáles son los más destacados?
Los grupos de presión que operan en el sector financiero son algunos de los más poderosos del país, pues con cuantos más recursos cuenta un lobby para realizar sus actividades de influencia, más efectivo es, y en este sentido las entidades financieras españolas cuentan con un amplio arsenal de medios a su disposición. Esas conpañías, junto con la patronal bancaria, son los principales grupos de presión del sector.
. ¿Recuerda algún caso de lobby en el ámbito financiero que haya logrado cambiar una ley?
Casi todas, lo difícil es pensar una sola ley en el ámbito financiero en la que los grupos de presión no hayan logrado introducir sus puntos de vista… En los Reales Decretos que se han aprobado estos años en relación con el sector financiero, lo normal es que las empresas del sector participaran activamente en su elaboración; y, en algunos casos, hay artículos redactados enteramente por ellos mismos.
. ¿Cree que el Gobierno y el Parlamento conseguirán aprobar una regulación sobre lobbies en el corto plazo?
Yo espero que sí, porque el presidente lo anunció en el debate sobre el estado de la nación, y ha creado un grupo de trabajo para desarrollar esa regulación. El riesgo es que nos contentemos con dar un paso demasiado tímido, que termine siendo en falso. Por ejemplo, parece que esa regulación en principio se va a centrar únicamente en el lobby que se hace en el Parlamento, dejando fuera de esta manera toda la presión que se ejerce sobre la administración.
. ¿Cuáles son los principales escollos a la hora de regular esta actividad?
Hay que vencer una inercia contra la transparencia que explica tanto la ausencia de regulación como la mala imagen que tienen los lobbies en este país, y que tiene más que ver con esa opacidad con que se desarrolla el proceso de toma de decisiones públicas.