Desde finales de 2021, la renta fija ha dejado de ser refugio en las correcciones de renta variable para formar parte fundamental de las razones que las motivan. Así ha vuelto a observarse desde julio, donde a diferencia de dólar y del oro que sí han desempeñado su tradicional papel de activo refugio, no ha sido el caso de los bonos.

Aunque las bajadas de tipos no son inminentes, la percepción de pausa se extiende, lo que podría marcar un techo para TIRes, al menos desde la política monetaria. Cuestión aparte será la política fiscal, el control de las cuentas públicas,….

Renta fija más atractiva que la variable por valoración, con preferencia por duraciones menores a 4 años. No olvidamos los riesgos desde el lado fiscal (sostenibilidad fiscal cuestionada) y aprovechamos las pendientes de la curvas. Ajustamos al alza los niveles para ir tomando posiciones en treasury (ahora al 5%), y bund (3%). Flujos que parecen acompañar ahora más, encabezando las entradas por asset class, con intención de duraciones más altas.